Una de las cosas que esperan los padres con más expectación cuando tienen bebés es la salida del primer diente. Si bien es cierto que habitualmente ésta se produce entre los 4 y 8 meses esto no es en absoluto una ciencia exacta. Existen bebés que nacen con algún diente (lo que se conoce como dientes congénitos) y otros que tienen que esperar hasta cumplir el año para lucir su primer diente
El orden de aparición de los dientes de leche tampoco es necesariamente el mismo para todos. Lo más habitual es que los primeros dientes en aparecer sean los incisivos centrales inferiores.
Los primeros dientes que aparecen son los incisivos delanteros inferiores (número 1 en el dibujo) y a las cuatro o seis semanas, erupcionan los cuatro incisivos superiores (los dos centrales y los laterales).
No salen todos a la vez pero sí en ese orden.
A continuación, son los incisivos laterales inferiores los que emergen aproximadamente un mes después.
Los primeros molares salen después, superiores e inferiores.
A continuación, aparecen los colmillos y por último, aparecen los segundos molares inferiores y superiores.
Así pues, una vez completado este proceso, en la boca de los niños podremos encontrar 20 dientes de leche.
Una vez finalizado el proceso de dentición, que termina aproximadamente cuando el niño tiene unos dos o tres años, nuestro hijo ya no sufrirá más dolores en mucho tiempo ya que no es hasta los cinco o seis años cuando comienzan a caerse los dientes de leche en el mismo orden en el que salieron.
A pesar de que la dentadura de nuestro hijo es temporal o ‘de leche’, no debemos descuidar su higiene bucodental, y deberemos enseñarles a lavarse sus dientes correctamente y ayudarles repasando nosotros el cepillado para que adquieran el hábito para cuando tengan la dentadura ya definitiva.
Se debe empezar a cuidar la boca del bebé antes incluso de que salgan los dientes, frotando la encía con una gasa humedecida en agua o utilizando un dedal de silicona una vez al día.
Si el niño todavía no sabe escupir se puede cepillar los dientes sin pasta, y en cuanto aprenda a escupir se le debe poner un poquito de pasta de dientes en un cepillo infantil, apropiado para su edad.
La pasta de dientes debe ser apropiada para su edad, con la concentración de flúor adecuada y de un sabor agradable, que no «pique». Hay que poner muy poca cantidad, del tamaño de un guisante.
Es importante acudir a la clínica dental y hacer una revisión para asegurar que no aparecen caries. Y recuerda que el miedo al dentista no es innato, si le enseñas a tu hijo que el dentista es un amigo que le ayudará a cuidar sus dientes y su sonrisa no hay nada que temer.
En Aixerrota contamos con la Odontopediatra experta en tratar con niños pequeños.
